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Resumen y análisis del caso "El Hombre de las Ratas" (S. Freud)

Maríasol Aguinaga Sánchez

29 de abril de 2023

Proyecto realizado para la asignatura de Estructuras Neuróticas [Dra. Norma Rosas Villaseñor], Universidad Intercontinental (Ciudad de México, México).



Este historial narra una de sus historias de éxito, y Sigmund Freud lamenta no poder brindar más información puesto que el sujeto pudo retomar su vida cotidiana a causa del éxito del tratamiento.

La naturaleza de la psicoterapia psicoanalítica es irónica, puesto que, a pesar de que nos dedicamos a investigar las profundidades de la mente, nuestro objetivo es la curación y el “alta” del mismo objeto de estudio, dejándolo, necesariamente, incompleto.

Afortunadamente, existen historiales que podemos leer y releer, extendiendo este periodo de análisis y siguiendo la continua sorpresa y admiración de los procesos más extraños, interesantes y complejos de las profundidades de la mente.


Epicrisis.

El paciente “P”, de aproximadamente 29 años, llega a la consulta de Sigmund Freud con el motivo de consulta manifiesto por el padecimiento de representaciones obsesivas desde su infancia, que se acrecentó a sus 24 años. El factor detonante fue una situación de deuda con el sargento A., y más adelante se revela que el motivo de consulta latente era que, por mandato del médico, el paciente tuviera que ir a pagar dicha deuda.


A lo largo del tratamiento, que dura aproximadamente 11 meses, se devela la etiología del padecimiento de “P”, y entre el paciente y el analista se empiezan a deshebrar los distintos símbolos que desfiguran el razonamiento detrás de la sintomatología del paciente. Freud remite a sus textos anteriores (1900 y 1905 fechas) principalmente para descifrar los temores obsesivos, los cuales se explicarán en las siguientes secciones, pero que se relacionaban con los temas del complejo paterno (el conflicto entre la voluntad del padre y los intereses amorosos-sexuales de “P”). Un momento transformador del tratamiento se da con la interpretación de un evento de transferencia en el que “P” desplaza a Freud la figura de su padre, reconociendo que no es sólo amor lo que siente hacia su padre, sino también odio, y que no es temor necesariamente lo que experimenta ante la idea de su muerte, sino que el deseo de que suceda. Esto se relaciona con lo que Freud elabora en Recordar, Repetir, Reelaborar (1914), en tanto que el paciente parece estar buscando, inadvertidamente, repetir una situación de su pretérito.


Etiología De La Enfermedad.

Puede registrarse la etiología del padecimiento de “P” en muchos momentos, dado que, a pesar de que las fantasías originarias se dan a sus 3 años, el padecimiento en sí parece presentarse intermitentemente a partir de sus 6 años. Cabe recalcar que las edades mencionadas son aproximadas.


A sus 3 años, “P” relata un mito familiar contado por su madre, en el que él había mordido a alguien, por lo que había sido castigado ferozmente por su padre. Ante la injusticia de la situación, él empieza a insultarlo, “P” gritaba nombres comunes, sorprendiendo a su padre quien, parece, nunca más le volvió a pegar. Esto parece ser la situación que desata la gran fantasía del poder omnipotente de su agresión: “la angustia hacia la magnitud de su ira lo convirtió en un cobarde”, llevando a que huya de toda situación confrontativa. Las repercusiones simbólicas se revisarán más adelante.


A los 6 años, tras un inicio de la práctica sexual prematura, el paciente tenía frecuentes erecciones, al igual que el ferviente deseo de ver a las muchachas que le gustaban desnudas. Entonces, se preocupaba de que sus padres pudieran conocer sus pensamientos y, además, que éstos pudieran ser la causa de algún suceso: aquí aparece por primera vez la fantasía de la muerte del padre y, Freud define, se inicia la enfermedad.


El paciente recuerda que, a sus 12 años, deseó fugazmente la muerte del padre, a cambio de que una niña que ocupaba su pensamiento le diera su atención y cariño. A los 20 años vuelve a desear su muerte para gratificación monetaria (relacionado, también, a su entonces novia), y meses después, aproximadamente a sus 20 años muere su padre y él no está presente (cosa que, meses después en el funeral de su tía, se cataliza generando auto-reproches). A sus 24 años se impone un debate sobre qué pareja elegir, similar a uno que su padre tuvo de joven, lo que lleva al paciente a enfermar (evitando tomar una decisión). Todo esto desenlaza en el evento más reciente, a sus 28 o 29 años, tras escuchar sobre la tortura de las ratas y el suceso en el que recibió sus lentes del correo, endeudándose con el teniente A.


Papel de la Sexualidad.

“P” refiere haber iniciado la masturbación (escasa) a sus 16 o 17 años, pero desde los 4 años parece haber iniciado con conductas sexuales prematuras y erecciones a los 6. Como se menciona en Freud, 1973b (1895) y 1973c (1898), el desarrollo de la neurosis se relaciona al onanismo infantil), pero más específicamente a la misma excitación que genera la masturbación, único modo en el niño de descarga de la tensión generada por, lo que más adelante llamaría El Complejo de Edipo (Freud, 1973e [1924] y Estay Toloza, 2021). Así como las estrellas en el cielo, unamos lo que hemos revisado en constelaciones: a partir del evento del castigo a sus 3 años, el niño no sólo engendra una fantasía angustiante de poder omnipotente, sino que también se gesta dentro de él cierto odio u hostilidad hacia su figura paterna; este sentimiento halla catalizadores alrededor de sus 6 años, cuando el Complejo de Edipo le enseña que el padre y su voluntad son obstáculos para la realización de actos amorosos-sexuales, pero, por el control omnipotente fantaseado, no puede permitirse ese odio puesto que puede significar la muerte del padre (por mucho que la desee). Entonces, el odio hacia el padre y la prohibición que él representa a la masturbación y a la consecución de sus objetos amorosos toma un tinte excitatorio (no por nada en su adultez las pocas veces que se masturba lo hace con objetos que representan la prohibición). Como nota adicional, se encuentra que la sintomatología disminuye cuando el paciente realiza actos sexuales o, interesantemente, durante el periodo en el cual estuvo en la milicia (situación que puede asimilarse al mismo acto sexual). Esto nos indica la relación que tiene la sexualidad con la sintomatología y la elección de neurosis.


Síntomas y Clasificación de la Neurosis.

La sintomatología principal del paciente incluye ideas obsesivas (deseos vaciados de su contenido afectivo por aislamiento), fantasías omnipotentes, defensas a nivel conductual y consciente como las anulaciones, las sanciones, las promesas y los rituales, y a nivel inconsciente y preconsciente como la formación reactiva y desplazamientos y actos compulsivos a dos tiempos. Esto clasifica al paciente “P” como un neurótico obsesivo, descrito por Freud en 1973a (1895).


Para explicar los complejos procesos que interrelacionan la sintomatología, se realizó un diagrama conceptualizando los puntos importantes de los procesos que derivan a la sintomatología del paciente (Anexo 1). Relacionado a la prohibición que vimos en la sección anterior (consecuencia del Complejo de Edipo) y la omnipotencia (relacionada a la escena traumática del castigo), en “P” se ha desarrollado el proceso en el cual los pensamientos (deseos, en realidad) agresivos y sexuales son vaciados de su contenido afectivo por aislamiento (esto mismo es revisado por Freud en Inhibición, Síntoma y Angustia, 1973f [1926]), generando ideas obsesivas que, al coincidir con la fantasía de omnipotencia (potenciada por la superstición y distintos medios en los que se apoya), que tiene dos resultados: (1) genera temores obsesivos de los cuales tiene que defenderse y (2) crea un sentido del deber/deuda que causa autorreproches e impulso al suicidio, estos, a su vez, motivados por las defensas.


Resultado del análisis, Freud denota cómo parece haber una destrucción de relaciones causales, no sólo en las asociaciones, sino también en el proceso de simbolización, y esto está relacionado a la capacidad de racionalizar del paciente, apoyado por su nivel de inteligencia y cultural. La misma racionalización, lo fuerza a intentar suprimir los actos obsesivos causados por las defensas, volviéndose un acto obsesivo de dos tiempos (“quitar y poner la piedra”). Todo esto está supeditado a una ganancia que es la de no tomar decisiones, mantenido por la inseguridad y duda que aísla al paciente del exterior, y que a su vez es apoyado por la misma destrucción de relaciones causales.


Sueños.

La narración de Freud incluye dos sueños y dos eventos de fantasía transferencial, los sueños representativos de estas fantasías y expositores de los deseos inconscientes del paciente. Además de esto, la fantasía primordial de este caso es la del castigo de las ratas.


A lo largo del tratamiento, Freud descifra estos significados, encontrando que la rata (como condensación) simboliza el dinero (cuotas), niños (hijos), infecciones sifílicas (el pene), al padre (rata de juego), las teorías sexuales infantiles (1905), el parto a través del ano, acción que se simboliza en ambos sentidos, siendo su equivalente el ingreso de las ratas en el prisionero) y el matrimonio. Por encima de todos estos significados, el más importante es el de sí mismo. Es decir, el paciente mismo se simboliza como una rata, siguiendo la escena traumática.


Realmente, el paciente “P” sí es el “Hombre de las Ratas”. Así, esta última fantasía es la que actúa como factor precipitante y nos lleva, de vuelta, a la epicrisis y al motivo de consulta.

Qué ironía, pues resulta que el paciente, desde la primera sesión, intentó comunicar la causa más profunda de su malestar, a través de un lenguaje que sólo él conocía.

Anexo 1. Sintomatología del paciente “P”








Referencias

Freud, S. (1973a). Obsesiones y Fobias (1895). En Obras Completas. Madrid, España: Editorial Biblioteca Nueva.

Freud, S. (1973b). Psicoterapia de la Histeria (1895). En Obras Completas. Madrid, España: Editorial Biblioteca Nueva.

Freud, S. (1973c). La sexualidad en la etiología de las neurosis (1898). En Obras Completas. Madrid, España: Editorial Biblioteca Nueva.

Freud, S. (1900). La Interpretación de los sueños. En Obras Completas, V. Argentina: Amorrortu.

Freud, S. (1905). Tres ensayos de teoría sexual. En Obras Completas, VII. Argentina: Amorrortu.

Freud, S. (1973d). A propósito de un caso de neurosis obsesiva (El Hombre de las Ratas [1909]). En Obras Completas. Madrid, España: Editorial Biblioteca Nueva.

Freud, S. (1914). Recordar, repetir y reelaborar. En Obras Completas, XII. Argentina: Amorrortu.

Freud, S. (1973e). La Disolución del Complejo de Edipo (1924). En Obras Completas. Madrid, España: Editorial Biblioteca Nueva.

Freud, S. (1973f). Inhibición, Síntoma y Angustia (1926). En Obras Completas. Madrid, España: Editorial Biblioteca Nueva.

Estay Toloza, R. (2021). El Complejo de Edipo Reactualizado. Rev. Chil NEURO-PSIQUIAT, 59 (1).

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